La toma de decisiones es el proceso mediante el cual se
realiza una elección entre las opciones o formas para resolver diferentes
situaciones de la vida en diferentes contextos: a nivel laboral, familiar,
sentimental, empresarial (utilizando metodologías
cuantitativas que
brinda la administración). La toma de decisiones
consiste, básicamente, en elegir una opción entre las disponibles, a los
efectos de resolver un problema actual o potencial (aún cuando no se evidencie
un conflicto latente).
La toma de decisiones a nivel
individual se caracteriza por el hecho de que una persona haga uso de su
razonamiento y pensamiento para elegir una solución a un problema que se le
presente en la vida; es decir, si una persona tiene un problema, deberá ser
capaz de resolverlo individualmente tomando decisiones con ese específico
motivo.
En la toma de decisiones importa la
elección de un camino a seguir, por lo que en un estado anterior deben
evaluarse alternativas de acción. Si estas últimas no están presentes, no
existirá decisión.
Para tomar una decisión, cualquiera
que sea su naturaleza, es necesario conocer, comprender, analizar un problema, para así
poder darle solución. En algunos casos, por ser tan simples y cotidianos, este
proceso se realiza de forma implícita y se soluciona muy rápidamente, pero existen
otros casos en los cuales las consecuencias de una mala o buena elección pueden
tener repercusiones en la vida y si es en un contexto laboral en el éxito o
fracaso de la organización,
para los cuales es necesario realizar un proceso más estructurado que puede dar
más seguridad e información para resolver el problema.
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